LAS LISTAS DE FIN DE AÑO Y EL MIEDO A LA MUERTE. POR UMBERTO ECO.




Para Eco “los hombres desde siempre han elaborado elencos para huir de la muerte y de la incapacidad de explorar el infinito”.




Cada vez que termina un año aparece el ritual de las listas. Los buenos propósitos, las notas con las cosas por hacer, el elenco de lo mejor y de lo peor de los últimos 365 días tanto en el plano personal como en los propios periódicos, donde son habituales las secciones que recopilan los hechos más relevantes del año, las personalidades más influyentes, las mejores fotos o las menos logradas.
Según Archivio Caltarari, las listas son el más simple y antiguo de los sistemas de clasificación. Responden al intento de controlar la información en un momento en que ésta resulta excesiva y demasiado compleja para poder ser interpretada sin el auxilio de instrumentos conceptuales.
Se elaboraban listas sobre piedra, papel, folletos o block de notas. Con la llegada de internet han perdido nitidez. Blogs, Wikipedia, redes sociales permiten al individuo  deambular en la red sin descanso. ¿Pero por qué son tan frecuentes? La respuesta la encontramos en la entrevista que Umberto Eco concedió al diario alemán Spiegel y publica el diario L’Atlantic en su edición digital.
El filósofo y escritor magnánimo, que ha dedicado a esta cuestión el libro titulado  El vértigo de la lista , las vincula a los clásicos y a los poemas griegos. “Donde quiera que se busque en la historia de la cultura, encontramos listas de santos, de plantas medicinales o de títulos de libros.  Entre las obras literarios, Eco cita las lista de las cosas guardadas en los cajones de la cocinas realizada por el protagonista del Ulises de Joyce, las grabadas en el escudo de Aquiles, en los recipientes de sopa Campbell de Andy Warhol, el elenco de los ángeles y dioses medievales o el de las mujeres seducidas por el Don Juan de Mozar.
Según Eco, el objetivo es describir con meticulosidad la realidad, pero no sólo eso, sino que tratan de explorar todo el saber humano, aprehender el cielo y las estrellas. Existe por lo tanto un objetivo más ambicioso, esto es, desafiar la propia muerte que nos amordaza y nos humilla y nos impide explorar el infinito. En definitiva: “nos gustan las listas porque no queremos morir.”
¿Estáis de acuerdo? ¿Y vosotros? ¿Por qué elaboráis las listas de deseos?




Versión original en italiano: http://27esimaora.corriere.it/articolo/le-liste-di-fine-anno-umberto-eco-e-la-paura-di-morire/ 
Traducción y adaptación realizada por Héctor José Campo Nogués.

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